lunes, 8 de septiembre de 2008

EBERTO LALANE JOSÉ

Cuándo escuche que el Ing. Hamlet Hernmann, presentaría un nuevo libro y en este trataría de uno de sus compañeros de guerrilla específicamente Eberto Lalane José, solo esperaba con ansias que estuviera en las librerías para comprarlo, y es que por alguna razón cuando supe de la existencia de este ser humano indescriptible me identifique con él, por la clase de amor que sentía por esta su patria, por la entrega a una causa con tanto ahínco, por la solidaridad con los demás, en fin son innumerables las razones, con solo leer el libro “El Fiero”, sabrán a que sentimientos y valores hago referencia, pero quiero particularmente dejar reseñado aquí, como este hombre que parecería salido de una epopeya griega, se entrego a una causa y teniendo limitaciones físicas, se convirtió en el segundo al mando de aquel inolvidable grupo que desembarco con Caamaño.

Leyendo los escritos dejados por él, confirmo, que la dimensión de este hombre logra unos niveles que simplemente son inalcanzables para un ser humano normal, al mismo tiempo observo a mí alrededor y veo una sociedad hoy preocupada y enfocada en trivialidades, entonces digo; Que están haciendo nuestros lideres actuales?, Porque carecen de la grandeza y valía de este hombre?, se hace notable que ninguno ha podido hacer mas por esta patria que este dominicano, su lucha y las de sus compañeros, muy distinta y distante de la nuestra en estos tiempos, logro abrir el camino para conocer otra manera de vivir, de ayudar, de caminar por las calles sin miedo a que nos maten por nuestras ideas, esto es simplemente lo que me permite querer soñar y creer, que hombres como el, deben ser mostrados al mundo como ejemplo a seguir y retomar valores reales que hemos cambiando por antivalores de la época que solo reflejan la perversidad del ser humano y una sociedad con tendencia individualista. No comprendo como en un país donde existe “la democracia”, el estado y la sociedad misma no promueve valores morales como los de este hombre, no deseo que se impongan sus ideas, puesto que la voluntad es libre y es un derecho de cada individuo, sin embargo apelo a que no perdamos el sentido de la libertad de expresión y pensamiento pero si podamos emular y adoptar la firmeza con que este hombre creyó en sus ideas y lucho por ellas, cómo se supero por lograr una sociedad mas justa y digna para su país, podemos tomar esto como parámetro y buscar renacer como nación. Quiero concluir citando una frase suya que recoge este libro, la misma fue escrita por él estando en Cuba:
“Por suerte he leído muchas expresiones de distintos países y he encontrado que para lograr un objetivo como el que nos planteamos, hay que aferrarse hasta la victoria o hasta la muerte. Mil veces es preferible morir equivocado intentando el objetivo en el que se ha comprometido la palabra, que dar y comprometer la palabra y al menor inconveniente en el camino, cambiar de objetivo”, a este hombre me lo imagino todavía luchando por sus ideales, por su país, por justicia, con valentía y orgullo aun estando Fuera de Este Mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un comunista más de los mil y un que había en este hervidero de militantes subversivos.